Las estructuras bajo rasante; como sótanos, garajes, fosos de ascensor y muros; se emplean hoy en día para muchas funciones. Los sótanos ya no se usan únicamente como espacio de almacén sino que también tienen otras utilidades, tales como aparcamientos, zonas de trabajo y comerciales entre otras.

Esto significa que su confort y, especialmente, su impermeabilidad al agua se convierten en aspectos críticos. La funcionalidad de estas estructuras no está garantizada si el agua penetra puesto que las actividades o funciones de estas zonas se ven afectadas, provocando a corto tiempo la inhabilitación de estas por las filtraciones y humedades.

Los sistemas de impermeabilización de sótanos, siempre se deben utilizar en la cara externa de la zona afectada en cuanto sea posible, aunque también se puede realizar la impermeabilización por la cara interior, aunque en ocasiones esto requiera productos especiales.

Por lo tanto las bases de la actuación serán las siguientes:

- Sellar las juntas y otras penetraciones deben tratarse especialmente para asegurar la efectividad del sistema y con ello la impermeabilidad.

- Sellar y proteger la estructura contra la penetración de agua empleando una membrana continua que pueda estar en contacto directo con el terreno y soporte las presiones del agua por la cara positiva. El material debe ser resistente a la agresión mecánica durante las operaciones de relleno del terreno.

- Impermeabilización del interior de los sótanos como reparación empleando una membrana continua que soporte presiones negativas.